Redes

martes, 18 de febrero de 2020

Ven

Ven.

Ven conmigo.


Aún no estoy seguro de que siento o que he dejado de sentir, no sé si estoy tan roto como cuando te fuiste o si he conseguido armar piezas de lo que fui antes de ti, antes de nosotros.


No te pido que te quedes para siempre o ¿Si? A veces ni si quiera sé que puedo esperar en referencia a tus recuerdos, sin embargo sé que debo construir más noches, aunque me dé tanto miedo que varias cosas se repitan.


Pero ven.


Quiero que vengas, que sonrías y me mires con esa tonalidad que se cuela entre tus ojos y en voz baja me digas "Lo puedes todo" tras un suspiro largo, que me sostengas la barba entre tus manos cálidas, esas mismas llenas de pintura y muchas veces maltratadas por el frío; con tu rostro confundido pero calmado, ese que tras noches de dormir en la camilla de un hospital jamás dejaba de verse tan dulce como siempre lo vi. O dime que vaya, que quieres que te sostenga de la cintura y bailemos una o dos canciones, que te tome por las piernas y te haga ver que dos cuerpos pueden compartir espacio con las pinturas sin terminar de la mesa, que nos salpiquen de colores, de sensaciones, de más.


Préstame tus piernas para recostarme mientras siento tus latidos, mientras escucho tu respiración, mientras disfruto tu aroma.

Dime qué vienes, no para poder sentirme mejor, simplemente para sentir, sentir como hace tiempo no siento, para dormir como hace lunas no duermo, para despertar como hace mañanas no amanezco. Simplemente, ven.


No hay comentarios:

Publicar un comentario