Redes

lunes, 16 de enero de 2012

A la mierda "Descartes".

¿Pensar y luego existir?. Disculpa Descartes, pero su cuerpo no me lo permite.

¿Será el compás de tu cadera al ritmo de mis canciones?, quizá sea la manera tan sublime y única con la cual mueves tu hermosa y oscura cabellera, puede ser también la forma con la cual me regalas una sonrisa para 
inspirarme, no se lo que sea, pero me tienes loco. 

Cada noche le confesaba a mi almohada que solo te quería a ti, nada más necesitaba de tu cuerpo para ser feliz, te deseaba, te añoraba, sin estar ahí te sentía.

                                          *Tic, Toc, Tic, Toc, Tic, Toc*

De nuevo me despertaba el maldito reloj con su consecutivo *Tic, Toc*. Era otra mañana, otra mañana más sin ti, otro día para tratar de conseguir tu piel, otras 24 horas para tratar de buscarte sin sufrir en el intento, o tal vez si.

                                                         7:34 am
No me quedaba más que deslizarme entre tus pensamientos matutinos con un "Hola, buenos días ¿Cómo estás?" resignado a recibir una respuesta similar a la de todas las mañanas "Bien, gracias".

"Rutina" Con ese nombre mi vida fue bautizada, tantas expectativas que pasaban por mi cabeza, tantos logros y metas por cumplir, tanto que me proponía y a la vez tanto que fallaba, si, por estar solo atento de ti, de como cuando te daba el sol a la cara agachabas la mirada hacia la derecha, no a la izquierda, porque enredarías tu cabello con tus aretes.
Conocía cada gesto, cada una de las cosas que te señalaban y/o diferenciaban de cualquier otra persona. Tu forma de caminar, la cual revelaba que quizá a temprana edad cursaste clases de modelaje. Tu sonrisa ligeramente desviada a la derecha, pero sin alguna imperfección en los dientes, eran hermosos, solo lo hacías porque luego de cada sonrisa procedes a morder tus labios de manera pícara. ¿Qué como lo se? Ja, todos estos años me he dedicado mi tiempo en ti, inclusive más que en mi mismo, ya sabes como dicen "De tu felicidad depende la de muchos otros" yo dependo de la tuya, por eso pretendo que seas feliz.

Puede que mi cuerpo no, pero mi alma si lleva tu nombre tatuado en ella, "Esperanza". Ese nombre que jamás podré olvidar porque eres tu lo último que quiero perder, el olor de tu perfume cada mañana, el tono fuerte de tu cabello oscuro, el canto en la oficina cuando bebes el café.

No eres mía, pero te necesito como si lo fueses.
No eres alguna droga, pero me hice adicto a ti
No se ignorarte, solo conozco la forma de aunque sea entre las sombras conocerte.
Eres lo último que quiero perder, eres mi inicio y desarrollo, espero que no seas mi final, si lo llegas a ser al menos me conformaré con hacerme a la idea de que alguna vez te tuve, que fuiste mía al menos por un instante, sin embargo ni tú ni tu recuerdo saldrán de mí, porque lo último que se pierde eres tú, lo último que se pierde es la "Esperanza".

No hay comentarios:

Publicar un comentario