Quizá sea capricho, posiblemente es amor, mi manía de cumplir tus deseos se ha volvió mi deseo a cumplir, puede que un poco irónico o quizás un tanto romántico, no lo se, si es que tu lo sabes házmelo saber.
Me gustaría morder la conjetura de tus labios, obtener lo jugoso de cada una de tus ideas, hacer que besos y versos se hagan uno cuando estemos juntos, recitarte rimas y dedicarte prosas.
En estos días solamente busco enamorarme, no quiero caer en mentiras ni engaños, honestamente no quiero crear una ilusión de algo que a la larga solo parezca imaginario.
¿Veinte poemas de amor? Nunca tuve tantas mujeres. ¿Una canción desesperada? Jamás fui artista de un solo éxito. Solo me considero poeta, un poeta inspirado por cada peca, cada beso, cada mirada, cada sonrisa y cada caricia tuya.
Tus deseos, en mí solo había mente y corazón para eso, para pensarte en silencio, para conseguir una idea de como regalártelos, para hallar una manera de complacerte cada capricho.
Nunca encontré la forma de complacerte, al igual que nunca hallé una manera de deshacer de mí algún recuerdo tuyo.
Hoy entendí que no importa cuanto satisfagas una mujer, siempre te perseguirá el peso de no poderle cumplir todos sus deseos.
Hoy me rindo, hoy no pude, hoy ganó el desamor. Quizá todo ocurrió a causa mía, quizá jamás supe que fue lo que querías, que era lo que anhelabas, cuales eran tus deseos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario